Después de la tormenta
el cielo se abre para darnos calma
después de la tormenta
un rayo de sol nos despierta
e ilumina el color de nuestras miradas.
No le tengo miedo al hombre animal,
ni al vendaval de tus locuras,
ni a la enrredadera de tus pensamientos
ni a tus palabras de rabia y amor sincero.
Vuelvo para besar tu esencia
vuelves para abrazarme sin barreras,
El colibrí se llevo los males
vuelan dos aves reales
lunas nuevas en nuestros rostros
¿sera el fin de la tregua?
Brotan tus ramas en mi espalda y mi pecho
florecen en espinas y suaves pétalos
tanta vida en tan pocos relojes,
tanta pasión entre atardeceres y amaneceres.
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