jueves, 16 de septiembre de 2010

You in me.


Te metiste dentro de mi sonrisa, me hiciste jugar en tu pecho,
nos reímos de las ventanas, de la ropa, del cubrecama, de las voces ajenas a nuestro espacio.
Tus dedos patinaron por mi cintura, por mis piernas, por mi rostro.
Mi suspiro se poso en tu boca y en tu oreja, y en tu pecho lleno de besos y rodeando tu ombligo.
Los ojos se descubrieron extasiados de amor,
las bocas juntaron su distancia, para fundirse.
Los cuerpos se amaron, como las puestas de sol en el mar.


Te metiste dentro del cofre de mi pecho,
para llenarlo, con mil colores, con mil historias, con pedacitos preciosos de ti.
Y se me llenan los días, con alas para volar contigo,
En contraste con la oscuridad de seres perdidos,
y el tiempo ajetreado de la ciudad.


Tenemos nuestro tiempo fugitivo y vagabundo,
para desprendernos del mundo, volar entre los suspiros y beber de nuestros cuerpos, 
nuestras palabras, nuestras miradas, nuestras sonrisas, nuestros segundos, nuestros momentos, 
nuestros pasos, nuestra esencia, nuestro amor.

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