sábado, 11 de septiembre de 2010

Se cae, se eleva





Le acompañaba su siesta de música, en las alturas de unos sueñOs.
Se cobijó en la almohada de su pecho, en sus dedos, en su abrazo.


Limpiando el peso de los días,
Guardando las debilidades sobre otra espalda para no caer.
Se sostiene en el dormitar liviano, 
dentro de la bruma de su conciencia.
No quiere que le vean los ojos en la 
oscuridad bajo las sabanas,
débil en el T U N E L.

Extraña de él su pecho para olvidar su propio latido
 y hacer de otro corazón el suyo. 
Por que se le caen la alas ,se le caen los ojos, 
se le cae la ilusión al piso,
y necesita, que le eleven bien alto,
para nunca caer y hundir.







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