martes, 28 de septiembre de 2010






            1
Guardaste mi vida entera
en una cajita de sueños sin nombre
para colorearlos con tu imagen,
para revivirlos con ilusiones
en vasos de alcohol.

Me entregaste tu debilidad
para que yo cubriera
todos los espejos falsos de tu camino
y te vieras desnudo frente a mi.

Nos regalamos atardeceres
para volar a la distancia.
Hiciste una barrera de la realidad
para NO entender, que mis ojos
miraban otros ojos.
Tuviste paciencia
ante la ambigüedad de mis tormentas;
Pero te tragaste un disco duro
de preguntas sin respuesta,
que se impregnaron entre tu amor y resentimiento,
para dejarme volar, liberarme,
con el pecho destruido
y los ojos de antifás,
con el alma llena de dudas,
Me liberaste del cofre de espejos,
para saborear la derrota
de verme caer en los brazos de quien siempre añoré.

Me prometiste una vida
y aún así,
como dama maligna en mi burbuja,
te lancé del puente,
te mostré el espejo real de tu imagen y la mía,
y te fuiste para siempre por el río de recuerdos
hasta el mar de las nostalgias.


 
     2

Te recuerdo,
te escondes siempre dentro
de alguna canción que quema el pecho.
te recuerdo,
sin ansias, sin querer encontrarte,
sin querer tenerte entre mis pasos.

Estas como cinta de película hundida,
estas en mis olvidos recurrentes,
en los viajes por santiago, en los cigarros de media tarde,
en el sabor a licor de los viernes,
en las miradas amables y despreciables.
Te apareces de improviso aveces,
como Flash, pasado, y te vaz.

Te recuerdo, tal vez,
por que mi pecho suspira los pocos pasados
que brotaron sonrisas.
Por que aprendí a pisar los espejismos de oscuridad
sin hundirme en ellos,
Por que solo tú me pusiste alas reales,
para emprender vuelo, a mi verdadero lugar.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Última huella de invierno


Las noches tienen las calles húmedas de cielo,
el pavimento se viste de semáforo, color, huella y lágrima;
Se pinta como acuarela de ensueño.

Las sombras de dan un baño difuso,
los charcos espejo se tragan el gris nube,
se refugian bajo columpios, en faros delgados de cemento
y en medio de los transeúntes pasos.

Los pies se apresuran,
los sollozos se caen por techos y las ramas.
La ciudad tiene noche de lágrimas y reflejos,
sombras difusas y  pasos que se van.
Humedad en la mirada, en la fusión de labios, en la carne,
la nostalgia,  la pena y el frío.
Entre  insomnios mojados de amantes,
y vestidos goteando las horas venideras.  


Humedad en ventanas empañadas para dedos de niños,
en los techos como piel sudada,
en el barro, en el manto de cemento
y la ciudad que duerme.
Se me eleva la sonrisa con ríos esparcidos por mi rostro
y gotas desvaneciendo por los dedos hasta las letras, en delirios de media noche
junto al cuaderno y la ventana.

La lluvia madruga solitaria última pena de invierno
hasta el primer rayo del alba consumiendo la oscuridad y el rocío,
naciendo el color nuevos pétalos.
El día contempla  las huellas mojadas del  fin de la estación.

lunes, 20 de septiembre de 2010

¿ESTO ES REAL?

Se consume





Me hundí en sus lagrimas 
y sus tormentos pasados, sobre presentes.
Me CANSO de sus pies sin pasos
y sus ojos secos en la nada de llorar por dentro.
Me contagia su sonrisa muerta, que tanto anhelo viva,
como antes entre tardes de sol.

La oscuridad de su espacio me consume
y por mas que extiendo mis manos para alejarla de mi,
Avanza como enredadera por mi brazos hasta mi cabeza,
entra por mi ojos y oídos a mi mente,
creando pozos de lamentos en mi garganta,
Se hace más LENTO el latir.
Los pies renuncian al suelo para desprenderme y palparme
a realidades insospechadas.
A utopías lejanas de los hundidos corazones.






jueves, 16 de septiembre de 2010

You in me.


Te metiste dentro de mi sonrisa, me hiciste jugar en tu pecho,
nos reímos de las ventanas, de la ropa, del cubrecama, de las voces ajenas a nuestro espacio.
Tus dedos patinaron por mi cintura, por mis piernas, por mi rostro.
Mi suspiro se poso en tu boca y en tu oreja, y en tu pecho lleno de besos y rodeando tu ombligo.
Los ojos se descubrieron extasiados de amor,
las bocas juntaron su distancia, para fundirse.
Los cuerpos se amaron, como las puestas de sol en el mar.


Te metiste dentro del cofre de mi pecho,
para llenarlo, con mil colores, con mil historias, con pedacitos preciosos de ti.
Y se me llenan los días, con alas para volar contigo,
En contraste con la oscuridad de seres perdidos,
y el tiempo ajetreado de la ciudad.


Tenemos nuestro tiempo fugitivo y vagabundo,
para desprendernos del mundo, volar entre los suspiros y beber de nuestros cuerpos, 
nuestras palabras, nuestras miradas, nuestras sonrisas, nuestros segundos, nuestros momentos, 
nuestros pasos, nuestra esencia, nuestro amor.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Se cae, se eleva





Le acompañaba su siesta de música, en las alturas de unos sueñOs.
Se cobijó en la almohada de su pecho, en sus dedos, en su abrazo.


Limpiando el peso de los días,
Guardando las debilidades sobre otra espalda para no caer.
Se sostiene en el dormitar liviano, 
dentro de la bruma de su conciencia.
No quiere que le vean los ojos en la 
oscuridad bajo las sabanas,
débil en el T U N E L.

Extraña de él su pecho para olvidar su propio latido
 y hacer de otro corazón el suyo. 
Por que se le caen la alas ,se le caen los ojos, 
se le cae la ilusión al piso,
y necesita, que le eleven bien alto,
para nunca caer y hundir.