miércoles, 17 de septiembre de 2014

Muriendo para nacer.

La aves de un mismo nido no se miran a los ojos
las mariposas perdieron los polvos mágicos de sus alas
la sorpresa del antiguo niño se naturalizo en la rutina
unos trozos sucios de papel son más importantes que un gesto de amor
el fin es egoísta y los medios desastrosos
el progreso nos desnutre y consume
opaca el brillo de los seres originales
por mascaras y anhelos de poder y ego.

Se agota la madre

ante los golpes del falso dominador
se estremecen los ancestros en su canto doloroso
por la muerte del amor
las aves perdieron sus dones de vuelo,
por solo mirarse a si mismas,
y se caen creyéndose dueños de lo indomable.

La esperanza en las nuevas semillas,

en el agua pura y el sol,
la esperanza en el despertar
en la muerte del monstruo
en la revolución.
Una luz en medio de este ocaso
semillas de conciencia, el cambio en los pasos
el camino en la búsqueda, el encuentro en lo esencial
lo esencial en el valor puro.
Muriendo para nacer de nuevo
naciendo para crear lo nuevo en lo ancestral.



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