miércoles, 24 de octubre de 2012

El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero...

Aveces el amor es como una ilusión, queremos hacer eternos los primeros momentos y entonces nos imaginamos mil situaciones hermosas “casi irreales”, nos aferramos a ellas y entonces nos aferramos a las personas….
Solo queremos compañía, queremos un poco de amor y hacer realidad esos momentos de fantasía.
Sin embargo casi nunca nos satisfacemos, por que la perfección de los sueños, eso...no existe en la realidadY la realidad nos consume, nos agota, nos lleva a la monotonía de lo cotidiano.
Entonces…el amor se desgasta. Lo pasajero se vuelve rutina…
y el deseo repentino de hacer eterno lo pasajero se cruza con otra persona diferente.

Aveces, casi siempre....somos así.


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