Aveces el amor es como una ilusión, queremos hacer eternos los primeros momentos y entonces nos imaginamos mil situaciones hermosas “casi irreales”, nos aferramos a ellas y entonces nos aferramos a las personas….
Solo queremos compañía, queremos un poco de amor y hacer realidad esos momentos de fantasía.
Sin embargo casi nunca nos satisfacemos, por que la perfección de los sueños, eso...no existe en la realidad. Y la realidad nos consume, nos agota, nos lleva a la monotonía de lo cotidiano.
Entonces…el amor se desgasta. Lo pasajero se vuelve rutina…
y el deseo repentino de hacer eterno lo pasajero se cruza con otra persona diferente.
Aveces, casi siempre....somos así.
Diste en el clavo!
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