Una casa en soledad, un espacio de tiempo muerto
de pasado seco y dañado que el viento golpea
que el frió demuestra la muerte llena de eco,
llena de susurros, que acoje las ojas secas de una mente otoñal.
Deja caer el delirio y los espacios llenos con suspiros cansados;
cinco minutos de desplome en la casa del olvido,
cinco minutos para unir los pétalos de la flor,
otra vez, pero ahora como un puzzle
que haga brotar un tronco fuerte
que el viento huracanado no pueda botar.
..y contemplar el silencio lleno de ruido
lleno de tiempo, lleno de paz,
con sus largas raíces y detalles
que estremecen el cuerpo con sus auroras y colores latidos
Cerrar la puerta con el paso construido,
con la mente descalza.
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