Para ser poetahay que poner los pies en la tierra
y la cabeza en la nubes,
aferrarse a las ideas para luego al fin poder volar.
Un poeta escribe poesía
se ensimisma y se entromete en los detalles
traduciéndolos en la máxima apreciación
Para ser poeta
se debe caminar por callejones oscuros,
lugares diversos y personas en vaivén.
Conocer para escribir
Sentir para escribir
Observar para escribir
Romper los esquemas de tu mente,
balbucear poesía por los poros
al pasar solitario por los rieles de una vida.
Gritar lo guardado en los cuadernos viejos
y en el aire suspirado y repleto de la habitación.
Escuchar y hacerse escuchar atentamente.
Ser poeta
te aclara un montón de mariposas dispersas,
te pone frente al espejo y te quita las mascaras.
Pone en la critica, en la admiración o el sentimiento
todo lo que al paso se interponga o rodee el sendero.
Ser un egocéntrico, ser un cómplice,
ser una cosa, ser la otra vida,
ser el amante, el admirador, un curioso,
un irónico, un creativo,
un extraño, un loco, un cambiante.
De que sirve ser poeta?
que profesión tan hermosa
con poco valor en la sociedad.
Ser un cuadro bonito, en el sótano
de nuestra casa enorme.
Medio empolvado, pero con brillo en el contenido.
La poesía se convierte en una dependencia,
en una obsesión placentera,
En un desahogo que entierra puñales.
en un cuestionamiento infinito
en la expresión del cuesco hermético
y del jugo exprimido.
Tal vez ser poeta significa
observar con palabras algo melódicas
una pintura externa y otra interna,
Darle sentido al sentir y el sinsentido,
al inerte y el vivo,
colorear aún mas la imagen del momento.
Distorsionar, entender y confundir
acomodar, entender,
armar un puzzle para lograr el objetivo
idear una estrategia de palabras,
tropezar con la misma ilusión,
desilusionada.
Ser poeta es parecido a ser un árbol
clavar unas raíces en la tierra
y dejar las ramas al viento y al cielo.
Observar con mirada lenta
los sucesos bajo y adentro del tronco,
crear mas ojas verdes,
Más hojas de poemas...
Mecerse con calma
mecerse en la tormenta,
llorar de alegría y pena junto a la lluvia,
tomar el sol de primavera,
deleitarse con los amaneceres
y soñar con los ocasos.
Sentir todas la hormigas
que resquemoran los cimientos.
Disfrutar del silencio nocturno
y respirar también del suspiro ajeno.
Ser poeta
para pisar cada planeta
para pensar e ti y en voz,
para mover barreras,
pisotear, destruir
sembrar, creer.
Ser poeta en las tormentas de la paz
y el las furias de las tormentas,
en la vertientes de las lagrimas
y en las lagrimas de frío interno.
Ser poeta para subirse
al tren de las grandes ventanas
que recorre todo
cuanto uno quiera.